Tengo 28 años, 4 años de experiencia laboral, soy emprendedor y me considero empresario. A mí nadie me ha regalado nada. Hace ya casi 6 meses decidí que estaba cansado de estar en la cuerda floja y no dormir por las noches por tener dependencia de las decisiones de terceros. Busqué y busqué una buena idea, y creo que la encontré. La desarrollé en mi tiempo libre y con mis ahorros la ejecuté. Mi padre siempre dice que hay que ser una persona de acción, así que le eché valor y tiré para adelante. Soñaba con montar algo grande y gordo pero eso por el momento está lejos de mis posibilidades. Por eso, para no perder ese objetivo de mi vista, decidí dentro del desarrollo de mi negocio realizar un planteamiento a corto, medio y largo plazo.

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A lo largo de todo este proceso, he conseguido encontrar muy pocas personas valientes y emprendedoras. Lo que sobretodo me he encontrado es lo que yo llamo personas NO-EMPRENDEDORAS. El no-emprendedor es aquel que trabaja para otro, no suele gustarle trabajar o su trabajo, y siempre sueña con montar un negocio que le saque de esa rutina y le haga vivir como un marqués. Muchas de las cuales, además, son personas que tienen dinero ahorrado y sueñan en alto todo el día, diciendo que quieren montar algo pero no se lanzan porque no encuentran el negocio perfecto. ¡El negocio perfecto! Los negocios perfectos no aparecen de la nada, ni lo son desde un principio.

En mi camino, en el que sigo todavía, he coincidido con mucha gente que se ha enamorado de la idea de CowOrKing Vacaorey, y yo les he pedido que se involucren. Todos han aceptado a la primera y han colaborado con nosotros sabiendo que este proyecto merece la pena. Pero cuando ha llegado el momento de la verdad, de hacer que las ideas y los sueños se hagan realidad, y de comprometerse, la mayoría de la gente deja el proyecto por miedo. Ahí es donde aparecen los NO-EMPRENDEDORES. Personas que lícitamente deciden echarse atrás porque consideran que el esfuerzo, sacrificio y riesgo que demanda el comienzo de un proyecto emprendedor no merecen la pena.

La palabra emprendedor tiene buena acogida y está bien vista. Pero todo emprendedor, si triunfa, se convierte en un empresario. En mi opinión, todo el mundo considera a los empresarios como los malos de la película, porque cuando un negocio está montado y funciona, a todos nos parece sencillísimo y la envidia nos hace pensar que nosotros nos merecemos lo mismo que ellos. Pero lo que nadie se da cuenta es que antes de llegar a ser un negocio, antes de ser rentable, esa persona tuvo que dejar de lado su seguridad y comodidad, y arriesgarse por una idea que pendía de un hilo.

Lo que nosotros queremos conseguir desde CowOrKing Vacaorey es que este negocio no se quede únicamente en ser un coworking al uso al que vas, desarrollas tu faceta laboral y puedes conseguir ciertas sinergias con tus compañeros. Lo que queremos es que se convierta en un lugar donde una persona entre siendo un No-Emprendedor que quiere cambiar, y gracias a nosotros se sienta arropado y con la mayor ayuda posible para poder hacerlo. Creemos en la gente con ganas y valor para salir adelante. Ofrecemos nuestros servicios y colaboración a toda persona con ganas de emprender y de salir adelante por sus propios medios.